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¡Dame cinco!

Elizabeth Rosenzweig MS CCC-SLP LSLS Cert. AVT 

Adaptado por Mariana Helbig MA CED LSLS Cert. AVEd.

Ver artículo original: https://auditoryverbaltherapy.net/2021/08/09/give-me-five/

Es posible que ya sepan cómo me siento respecto a las tarjetas de vocabulario (alerta de revelación: las odio), pero hay algo que decir sobre la práctica repetitiva como una forma de consolidar nuevas habilidades. Entonces, ¿cómo ayudamos a los niños con pérdida auditiva a mejorar su articulación de una manera que les permita suficientes oportunidades para practicar sin tener que recurrir a la práctica aburrida? ¡Dame cinco!

Considere este escenario: una niña pequeña con audífonos bilaterales está contándole a su madre sus planes para mañana. Al decir esta palabra, la niña pronuncia “Mañama” (malditos fonemas nasales engañosamente similares /m/ y /n/, ¡todos mezcladas en esa palabra multisilábica!).

PASO UNO: ¡Atrapa y corrige!

Una vez que el interlocutor adulto (aquí, la madre) nota la falta de articulación del niño, es hora de atrapar y corregir. El adulto puede usar estrategias como el la retroalimentación auditiva (“Te escuché decir “mañama”, pero es “mañana”) y el realce acústico (“Escucha. La palabra es mañana”) para ayudar al niño a mejorar su producción.

¡Pero eso no es suficiente! Modelar la palabra con realce acústico ayuda al niño a establecer nuevas “pistas cerebrales” para construir un modelo interno correcto de cómo debería sonar esta palabra, pero no le da la oportunidad de practicar los patrones motores necesarios para producir la palabra correctamente. Así que es hora del paso dos…

PASO DOS: ¡Dame cinco!

Ahora es el momento de pasar de la percepción a la producción. Me gusta desarrollar las habilidades metacognitivas del niño y enfatizar, de una manera apropiada para su edad, que todo tiene que ver con el cerebro, diciendo: “Asegurémonos de que su cerebro recuerde esa palabra nueva diciéndola cinco veces”. Luego levanto los dedos mientras el niño practica decir la palabra correctamente, 1… 2… 3… 4… 5!

El nivel de apoyo necesario variará según el niño y la palabra. A veces el niño necesita un modelo cada vez para practicar la palabra. A veces podemos proporcionar un modelo para los primeros intentos y luego desvanecerlo para que el niño produzca la palabra de forma independiente. A veces, el niño lo está produciendo correctamente e independientemente desde el primer intento. Si el niño puede entender la palabra (con o sin apoyo), haga cinco prácticas rápidas para cimentar ese patrón motor y el ciclo de retroalimentación auditiva y ¡siga adelante!

Dos advertencias a tener en cuenta:

  1. ¡Evite la mala práctica! Si el niño tiene dificultades para producir la palabra incluso con modelos y apoyo, no haga que la practique mal cinco veces. Profundice más para averiguar dónde está ocurriendo el quiebre y trabaje en esas habilidades previas.
  1. Usted conoce a su hijo mejor. A veces están de humor para atrapar y corregir + dame cinco, a veces no. No presione y haga que la interacción comunicativa se desintegre. Mantenlo liviano, divertido y enfocado en la conexión y el éxito.

En el futuro, vamos a tomar la información obtenida del error del niño (¡los errores son oportunidades de aprendizaje increíbles!) e incorporar esto como objetivo en actividades futuras para practicar más, pero el punto de la estrategia de “atrapar y corregir + dame cinco” es ayudar al niño a mejorar la producción, darle un poco de práctica para solidificar la nueva habilidad y seguir adelante.