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Dime el por qué – Escrito el 19 de marzo de 2020 en New York, Usa

Elizabeth Rosenzweig Phd Columbia University, MS CCC-SLP LSLS Certified AVT

Adaptado por Juliana Gebhardt Lic. Fonoaudióloga Candidata en TAV

Articulo original:

A menudo, en las sesiones de terapia, yo siento que nosotras/os (profesionales) les enseñamos a los padres a usar determinadas estrategias (lo cual es fantástico!) pero esperamos que “las usen” sólo por qué lo decimos (esto no es inteligente!)

No quiero decir que las terapeutas del habla/lenguaje y de la  audición seamos autoritarias, pedantes o malas en lo que hacemos… pero creo que generalmente asumimos que si “lo decimos” los padres lo van a hacer, y de hecho la mayoría lo hace. Pero, ¿por qué? Excluyendo a los pocos padres que se sienten cómodos y se animan a cuestionar el porqué a los profesionales, creo que los padres toman lo que les decimos como una gran verdad porque hay una diferencia enorme en el “poder” del saber entre padres y profesionales.

 Si, leíste correctamente. Cuando vos, profesional entras en el consultorio lo haces con mayor educación en tu especialidad que la gran mayoría de los padres con los que trabajas.

Cuando comencé a ver a los niños y a sus familias, yo pensaba “Parezco de 12 años” Además, tampoco soy madre. Seguro me vean, se den media vuelta y se vayan o se rian de mi. Esto nunca sucedió, ni siquiera una sóla vez.

Me asombraba por el deseo de los padres por aprender las técnicas y estrategias que les modelaba y explicaba.  Me frustraba  cuando los padres parecían no “aprenderlas” o las aplicaban tal cual se las explicaba. Sin embargo, nunca me cuestionaron sobre lo que les enseñé. Al principio sentía que lo había hecho como una profesional, pero luego me daba cuenta que eso no era lo correcto.

La gran mayoría de los padres se conformaban con las sugerencias terapéuticas. Entonces, ellos hacían lo que les sugería pero no porque entendían el por qué era importante pero porque yo les decía que había que  hacerlo.

 Otros padres no hacían la conexión; por lo tanto no usaban las estrategias. Ellos nunca me decían que no querían usarlas, simplemente no hacían la conexión.

Ninguno de estos escenarios era bueno para mi ni para las familias. Así que empecé a pensar.

 Quiero que los padres comprendan qué deben hacer,  cómo y POR QUÉ es importante que hagan tal cosa y cómo contribuye en el  desarrollo a largo plazo de su niño.

Seguramente un padre se disponga a hacer “muuu” y “ beee” todo el día para practicar los “sonidos de aprender a escuchar”. No obstante, quiero que sepan por qué los “muuu” y “beee” se convertirán en lenguaje hablado  y en habilidades auditivas. 

¿Cómo se pone esto en práctica? Lo primero que hay que hacer es preguntarle a los padres su ¿por qué? ¿Qué los motiva?   ¿Qué quieren para su hijo de acá a cinco, 10 años o 20 años en adelante?  Luego, tomas esta motivación y pensás cómo puedes “unir” lo que sugerís en la sesión para que los padres se den cuenta que así lograrán sus objetivos a largo plazo.

Aquí, algunos ejemplos:

  •   La audición primero:

Queremos hablar antes de mostrar el objeto, así como las maestras jardineras juegan con los niños a “decir y contar” en TAV hacemos “contar y luego mostrar”. Hablar sobre un objeto o hacer el sonido del animal antes de mostrarlo a modo que el niño “haga una imagen mental” sin necesitar del apoyo visual. ¿Por qué? Sabemos que cuando los niños son pequeños, casi todo sobre lo que conversamos es algo concreto, algo que está ahí presente, algo que podemos ver.  Pero, a medida que los niños crecen comienzan a hablar sobre ideas más abstractas y conceptos.

Una maestra jardinera hará muchos gestos con sus indicaciones pero cuando la maestra de tercer grado dice “Abran su libro de ciencias en la página 35” No lo actua. Por lo tanto, queremos que el cerebro de ese niño esté listo  para que en ese momento comprenda la consigna.

  • Cierre auditivo:

Vamos a cantar la canción de los patitos y cuando lleguemos a la parte en donde dice  “La mamá pato dice…..”  (cuac cuac cuac) Haremos una pausa antes de los “cuac cuac cuac”  a modo de ver si el niño puede completar los espacios.
¿Por qué? La habilidad para escuchar el habla, cantar y anticipar que viene luego lo ayudará a completar un mensaje que está incompleto o poco claro. 

Por ejemplo, si está teniendo una conversación con alguien y dice “Lunes, martes, miércoles, …….. y viernes”   (Supongamos que justo un auto paso haciendo ruido cuando se dijo “jueves”) el niño tendrá la habilidad de rellenar ese espacio debido a su habilidad auditiva de “cierre auditivo”

  • El Test de Ling:

Hacemos esta prueba para asegurarnos que su tecnología auditiva haga que el sonido llegue a su cerebro. ¿Por qué?  Un niño pequeño, particularmente uno que no escucha bien ( no tiene una representación real sobre cómo suenan los sonidos) no podrá reportarnos si su tecnología se encuentra bien  o no funcionando adecuadamente. Estos sonidos barren el espectro de fonemas de graves a agudos  y nos dan una idea razonable de lo que los niños detectan/discriminan e identifican. Los fonemas del Test de Ling nos confirman  que el habla, la lectura y el canto lleguen de modo claro al cerebro. Sabemos que hablamos tan bien cómo escuchamos. Queremos que la entrada sea apropiada para que también lo sea la salida.

Cuando “entrenes” a los padres y/o cuidadores de niños te incentivo a que pienses sobre los beneficios a largo plazo y entonces los compartas con ellos! 

¡Conectar el trabajo duro de hoy para los logros futuros es una gran motivador para todos! 

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