Vale la pena ser crítico: determinar los pasos y los elementos críticos en las siguientes directivas
Autor: Jennifer Manley , TOD
Adaptación: Mariana Helbig, MA CED LSLS Cert. AVEd.
¿Alguna vez ha intentado darse palmadas en el estómago y frotarse la cabeza al mismo tiempo? Si no puede hacerlo, es posible que se sienta frustrado. Ese sentimiento de frustración es similar al que pueden experimentar los niños con pérdida auditiva cuando están aprendiendo a escuchar, comprender y seguir instrucciones. Podemos aliviar esta frustración enseñando a los niños estrategias y proporcionando práctica en la zona de desarrollo próximo del niño. Para encontrar la zona de desarrollo próximo del niño, preste mucha atención al número de pasos y elementos críticos para cada directiva.
El número de pasos en una directiva es el número de acciones que debe realizar el alumno. Los elementos críticos contribuyen a la complejidad de cada paso en la directiva. Piense en los elementos críticos como partes de una directiva que son fundamentales para llevarla a cabo con éxito. En algunas directivas, cada palabra podría ser un elemento crítico según el contexto. Echemos un vistazo más de cerca a cómo los elementos críticos pueden hacer que una directiva sea más o menos compleja.
La forma más sencilla de seguir instrucciones es establecer una situación que proporcione un contexto limitado. Una buena forma de hacerlo es con una hoja de trabajo o una imágen. Dada la siguiente escena de la imagen, determine la cantidad de elementos críticos para este conjunto de directivas de un solo paso: Encierre un árbol y la pelota. Colorea al hombre que ronca de marrón. Encierra al bebé que llora.
En la primera directiva, el círculo es un elemento crítico porque si el niño no lo escucha o no lo recuerda, no sabrá qué hacer con el árbol y la pelota. En la siguiente directiva, el hombre no es un elemento crítico porque la imagen muestra solo una persona que ronca. En la última directiva, el llanto es un elemento crítico porque la imagen muestra un bebé llorando y un bebé riendo.
Cuando las directiva no están controladas por el contexto, puede ser más difícil contar los elementos críticos. Con la directiva de un paso, “Trae el bolígrafo azul de mi escritorio”, ¿La palabra “azul” es un elemento crítico?. Lo es si también hay un bolígrafo negro en su escritorio, pero no lo es si solo tiene bolígrafos azules. “Traer” es un elemento fundamental porque el niño debe escuchar y comprender lo que debe hacer. “De” también puede ser un elemento crítico si los bolígrafos pudieran estar sobre o dentro de su escritorio, y “mi” también lo es porque podría ser el escritorio de otro maestro o compañero.
Incluso cuando haya controlado la cantidad de pasos y los elementos críticos para las instrucciones, es importante que recordemos enseñar a los niños estrategias para tener éxito. La visualización y el ensayo son las más útiles. Haga que el alumno se imagine a sí mismo llevando a cabo la directiva y repita los pasos en voz alta. Así que, la próxima vez que intente darse palmadas en la cabeza y frotar su estómago, intente imaginarse haciéndolo y repite los pasos en voz alta.
Sobre el autor: Jennifer Manley se desempeñó como maestra de aula para estudiantes de 3 a 12 años en CID – Central Institute for the Deaf. Actualmente trabaja en desarrollo profesional, dando presentaciones sobre desarrollo auditivo. Es coautora de CID SPICE for Life, un plan de estudios de aprendizaje auditivo, y autora de la segunda edición de CID SPICE